White Musk, The body shop 
12/02/2018

Pequeños grandes placeres de la vida

Por CaRoL

Hoy os voy a hablar de los pequeños grandes placeres de la vida. Bueno, lo que para mí son grandes placeres, para algunos serán detalles sin importancia. Acciones que hacemos sin pensar, sin disfrutar, pero, a poco que le pongamos interés podemos sacar de algo tan horrible como sacar y tender la ropa de la lavadora, una experiencia maravillosa. Repito, ¡MARAVILLOSA!

Y resulta que los mayores placeres de la vida son gratis o lowcost. La esencia del día a día, esas cosas que nos sacan una sonrisa… ¡Y son muchas! Así que ya sabes… atiende y pon un poquito de tu parte para hacer de cada día, un gran día.

Placeres de la vida 

Sacar la lavadora y tender la ropa

¿Cómo? Pero Carol, ¡estás loca!

Que no, que no, ¡que no estoy loca! Yo confieso que me vuelve loca el olor a limpio o a polvos de talco, y claro, os podéis imaginar lo que significa abrir la lavadora. De repente una bocanada de maravilloso aroma a fresco, a limpio, sale de la lavadora e inunda todo el espacio.

Uhmmm… ¡Me estoy recreando recordando esa maravillosa sensación! Vale, ya paro.

Pero no te preocupes, si te da la misma pereza que al resto de los mortales poner la lavadora, te voy a decir cómo conseguir disfrutar de esa maravillosa sensación sin apenas mover un dedo.

Y se llama…. ¡En realidad tiene tres nombres! Son dos perfumes y un gel de cuerpo que hará que quieras volver a ducharte una y otra vez.

Carla Eau de Parfum 2009, Carla Bulgaria

Este perfume lo descubrí gracias a una fiesta de Navidad de bloggers de belleza en la que se sortearon diferentes regalos. A cada uno de los asistentes nos entregaron una carta que correspondía a un regalo. La suerte estaba echada… ¡Me tocó el regalo más anhelado por todos! El cofre con todos los productos de la línea Carla Bulgaria Roses Beauty que había lanzado Carla Royo Vilanova. Así descubrí y me enamoré de Carla Eau de Parfum 2009. Un perfume con un sorprendente olor a algodón, polvos de talco y rosas. Aunque así pueda resultar empalagoso, es todo lo contrario. ¡Una maravilla!

Carla Eau de Parfum 2009, Carla Bulgaria

White Musk, The body shop 

La verdad es que no sé cómo descubrí este perfume. Le estoy dando vueltas y no tengo ni idea. La cuestión es que, un día lo probé y me enamoró. Si verdaderamente quieres oler a limpio, ¡este es tu perfume!

Aunque de precio salen más o menos igual, White Musk tiene una ventaja y es que se comercializa en frascos de 50ml por lo que podrás comprarla por 39€ en lugar de los 75€ que cuesta Carla Eau de Parfum 2009, de 100ml.

 

White Musk, The body shop 

Gel de baño y ducha Algodón y Talco, Tulipán Negro 

Conozco la marca Tulipán Negro desde pequeña. ¿Quién no ha visto una y mil veces el desodorante verde de la misma marca?

Yo confieso que soy de las que cada vez que va a comprar un gel, champu o incluso suavizante de cabello o ropa, abro todos los botes y los huelo buscando ese maravilloso olor a limpio. No quiero que huela a flores, a mar, a limón ni a nada que no sea olor a limpio. Además, tiene que ser un olor a limpio sin esas notas artificiales que le dan un toque horrible. En una de esas inspecciones, descubrí este fantástico gel que, además de limpiar, hidratar y suavizar la piel, no tiene parabenos ni colorantes. Y, además, contiene ácido gossípico (¡Me he quedado muerta cuando lo he leído!) que tiene un efecto calmante sobre la piel. Vamos, ¡una joya!

Gel de baño y ducha Algodón y Talco, Tulipán Negro 

Y seguimos con los olores… Hay otro que, cada día, hace que salive cuando lo percibo y ese es…

El olor a café recién hecho 

Empecé a tomar café ya mayorcita, es decir, a mis treinta cortos. Eso no quiere decir que hasta entonces no disfrutara de ese aroma tan característico, es más, siempre he disfrutado metiendo la nariz en los cafés de mis amigos y preparándolo cuando quedábamos a desayunar en cualquier bar. Madre mía, si es que tengo un olfato… ¡Era capaz de decir si iba a estar bueno o estaba pasadillo o quemado sólo por su aroma! Y no hablamos de un olor a quemado que cualquiera puede apreciar. ¡No, no!

Una novela en papel

En la era de los libros digitales todavía hay quienes disfrutamos de un buen libro en papel, y es que, ¿qué hay más maravilloso que sentir sus hojas? Ver cómo avanzamos en la lectura a través del marcapáginas. El olor de sus páginas. Luchar y no sucumbir a la tentación de leer la última hoja…

Muchas de estas cosas no pasan con el libro electrónico. He de decir que tengo un libro electrónico y sigo disfrutando de la lectura con él, pero no da ni la mitad de sensaciones que aporta el libro en papel.

Estrenar cepillo de dientes

La verdad es que no sé por qué pero siento una felicidad enorme cuando estreno cepillo de dientes y aprovecho cualquier cambio importante en mi vida para hacerme con uno nuevo. Jejejeje Bueno, cada loco con sus manías, ¿no?

Dormir con sábanas limpias

Cuando cambio las sábanas aprovecho para cambiar el pijama. ¡No hay nada como descansar con esa sensación de que todo esta limpio!

Mirar una fogata o chimenea o las olas del mar

Tanto el mar como el fuego tienen un poder hipnótico que me deja totalmente relajada… Ninguna llama es como las demás, al igual que ninguna ola lo es… Cada una es única. ¡Como nosotros! 😊

Navegar en la proa de un barco con el viento en la cara

Me encanta mirar hacia adelante. Navegar. Cerrar los ojos, respirar hondo y disfrutar. ¡Maravilloso!

Sentarme en la orilla del mar

La verdad es que este placer lo disfruto desde hace poco porque siempre me ha dado vergüenza sentarme en la orilla, más bien casi en el rompeolas. La idea es que suba la ola y te moje los pies, las piernas y bueno, depende del calor que haga permites que te moje más o menos.

Ahora aprovecho a sentarme en la orilla con mis sobris con la excusa de hacer castillos. Queda un poquito menos erótico festivo. 😊

Balancearme en un columpio

Lo sé, parezco una niña. ¿Será que no voy a crecer nunca? Whatever! Pero aún así, espero no dejar de disfrutar de estos pequeños detalles.

Comer pipas en un parque

No puedo remediarlo, soy tijuanática… Me gustan las pipas desde siempre. Me encanta ir a un parque o a la playa con mi bolsa de pipas y mirar al horizonte…

Escuchar música

Cada recuerdo queda vinculado a una canción y cada vez que la escuchamos, revivimos lo que pasó. Sonreímos o incluso dejamos caer unas lágrimas…   Es como un álbum de fotos, pero en lugar de estar lleno de instantáneas está abarrotado de canciones. La música nos mueve por fuera y nos remueve por dentro

El sol de invierno en la cara

Esa sensación tan placentera de notar el calorcito del sol en invierno… Disfrutar de un aperitivo, aún con el abrigo puesto, en una terraza mientras el sol hace un amago de dar calor… ¡Me encanta!

A lo tonto a lo tonto llevas ya un rato leyendo sobre grandes placeres de la vida. Seguro que ahora pensarás… ¡Se ha dejado este o aquél! Te invito a que lo dejes en un comentario para escribir una segunda parte con otros grandes placeres de la vida. Al igual que me gustaría que el resto del mundo disfrutara tanto de estas cosas como yo, me encantará aprender y compartir eso que te hace tan feliz a ti.