Me pido el caganer
Hace días ya El Corte Inglés con su luminoso y colorido decorado nos anunciaba la proximidad de la Navidad. Al acercarse estas fechas no puedo evitar acordarme de momentos inolvidables que viví cuando era una niña.
Familia numerosa, católica… Poníamos el Belén en una mesa de pingpong abierta por la mitad. ¡Era enorme! Y más aún visto desde los ojos de una chiquilla.
Me pido el caganer
A cada uno de los hermanos nos representaba un pastorcillo y nuestra meta era llegar al Portal el 24 de Diciembre, día de Nochebuena.
Todos los días después de cenar nos reuníamos alrededor del Belén a cantar Villancicos. Después de los cánticos llegaba el gran momento… ¿Has sido buena? Si nos habíamos portado bien dábamos un pasito hacia el Portal, y si habíamos sido traviesos ese día el paso lo dábamos hacia atrás.
Así nos pasábamos todo el mes de Diciembre. Ahora medito al respecto y la verdad es que era una forma bastante inteligente de mantenernos a raya ya que a todos nos gustaba dar el pasito hacia el portal. Pero no sólo eso, era una forma de mantenernos unidos a todos los hermanos, de hacer ese momento único, especial e inolvidable.
Estoy emocionada todavía!!! No me lo esperaba, y cuando he empezado a leerlo, ha sido como un subidón el que me ha entrado en la boca del estómago…
Ésta historia la conocí en casa de mi mejor amiga. Yo apenas acababa de empezar a celebrar las Navidades de una forma mas cristiana de lo habitual , porque hasta entonces para mí las Navidades eran compras, comidas y juergas. Luego , te haces amiga de una persona que con su ejemplo te va enseñando poco a poco a hacer mejor las cosas, y ves como enseña a sus hijos a crearse una metas preciosas para dar sentido a sus vidas en Navidad. Alucinas, pero aprendí e intenté hacer lo mismo, y la verdad es que nunca conseguí tanta eficacia como mi amiga, pero no importa ella me enseñó muchas cosas buenas. Ésta, entre otras más, y por eso cuando lo he visto me he alegrado muchísimo.
Gracias por haber creado éste blog, y… gracias M.por todo lo que pude aprender contigo.
¡Hola Fátima!
Muchas gracias por tu comentario. Se lo enseñaré a mi madre que seguro que le encanta.
A ver si nos vemos estas navidades.
¡Un abrazo muy apretadito! Muackiss
Me ha gustado mucho la historia. Ojalá en todos los hogares hicieran eso para acercarse al verdadero sentido de la Navidad.
Un abrazo fuerte y a seguir escribiendo. Que cosas así, siempre da gusto leerlas!!
ÁNIMO!!
Mangangue 😀